!Deje a un lado el afán!

Salmos 39:6 (RVR60) 6 Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.

A veces el ser humano vive bajo tanto afanes que se enferma, entra bajo altos niveles de ansiedad y al instante muere presa de los afanes.

Tratamos de hacer tantas cosas a la vez que perdemos el tiempo de vida obsequiada por Dios. En la vida hay que superarse, esforzarse pero dejando a un lado los afanes. El stress famoso no viene con la abundancia de trabajo, sino con el estado psicológico de agobio ante el trabajo: es decir no es causado por la materialidad de tener muchas cosas que hacer sino por la sensación subjetiva de no llegar: lo que agobian son las cosas “pendientes”.

Conocí a un gran hombre que su deseo era cuidar de su esposa la cual comparecía en una cama víctima del Alzheimer. Trato por todos los medios de que nada le faltara, la bañaba, aun teniendo el peso de su edad lo hacía con tanta excelencia que todos admiraban su cuidado hacia su esposa. pero, esto llego a convertirse en un afán de vida, de tal manera que el cuidaba de ella pero no de él.

Mateo 6:34 (RVR60) (Parte A) 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana,

porque el día de mañana traerá su afán.

Este hombre murió, aun preocupado lleno de afán con el cuidado de su esposa. Esto nos enseña que en la vida hay que cuidar de aquellos que están a nuestro lado pero no dejar de cuidarnos a nosotros mismos, a no ser presa de los afanes.

Lucas 10:41 (RVR60) 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.

Tenemos que identificar cuáles son esas cosas que nos mantienen turbados. Al fin y al cabo la vida se acaba. Pienso que algunas personas, más bien perfeccionistas, tienden a esta “saturación”… una búsqueda de la perfección enfermiza, que genera inquietud; un compararse con los demás, hacer siempre más.

Más bien deberíamos pensar que no importa ser perfecto, que la vida no es un circo en el que hay que hacer el “¡más difícil todavía!” sino que se trata de hacer las cosas lo mejor que podamos. No competir con los demás, en la búsqueda del éxito, sino sacar lo mejor de nosotros mismos.

Dios te invita a descansar en El. Trae tus afanes y El te hará descansar. Habrá personas que traerán afanes a tu vida pero recuerda deja el afán a un lado.

Esmérate en todo lo que hagas, pero no permitas que los afanes de este mundo te consuman. Vive la vida día a día y el mañana déjale los resultados a Dios.

Filipenses 4:6 (RVR60)

(Parte A) 6 Por nada estéis afanosos,

Deja el afán a un lado.